Curso magistral en la UIMP dentro del ciclo «El autor y su obra»
La fotógrafa Isabel Muñoz ha intentado trasladar esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) la luz que encuentra en el ser humano y que capta con su cámara, porque, aunque reconoce que también existe la oscuridad, afirma que toda su vida profesional ha ido «buscando esa luz».
Muñoz, que obtuvo en 2016 el Premio Nacional de Fotografía, imparte esta semana un curso magistral dentro del ciclo «El autor y su obra», en el que hace un recorrido fotográfico y muestra a sus alumnos que la curiosidad sigue siendo parte importante de su trabajo.
La fotógrafa considera que la luz del ser humano que siempre ha buscado en su obra permite «dar voz» a una persona a través del arte, y compartirla con los espectadores, porque afirma que así se puede llegar «donde a lo mejor, otra persona no hubiera entrado». Ese trabajo, compuesto de retratos, se puede contemplar en «La antropología de los sentimientos», una muestra retrospectiva que ha podido verse recientemente en Madrid, y que ahora también ha analizado en la UIMP, según informa en nota de prensa esta institución académica. Muñoz confía en el poder de la palabra y la imagen para, de alguna manera, cambiar las cosas, además de que considera que compartir «es una forma de mantenerte viva». En algunos de sus retratos, revela su intención de ofrecer una mirada antropológica como pretexto para que «el foco vaya directamente al ser humano y no se pierda» y, por eso, en ocasiones descontextualiza las imágenes en pos del «menos es más». De su carrera, la fotógrafa resalta un proyecto en Japón que, después de 25 años de trabajo, ha sido como «un regalo» y que valora porque sus ojos no ven ahora «de la misma forma que veían antes». Ese paso por la cultura nipona, la artista cree que le ha permitido retratar «ese universo tan masculino del sumo, para poderlo compartir con otras mujeres».